La definición de museo ha ido
evolucionando a lo largo del tiempo a la vez que lo ha hecho la sociedad.
Hoy, según el Consejo
Internacional de Museos (ICOM), creado en 1946, “Un museo es una institución permanente, sin fines de lucro, al servicio
de la sociedad y abierta al público, que adquiere, conserva, estudia, expone y
difunde el patrimonio material e inmaterial de la humanidad con fines de
estudio, educación y recreo.”
Actualmente, algunos museos se
dedican a realizar actividades educativas para mostrar los objetos que se
encuentran en él de una manera más dinámica, papel que no debe dejar de lado un
Educador Social ya que puede desempeñar un papel interesante, pues la verdad es
que lo que entienden o entendemos hoy en día con respecto al concepto de
“museo”, es de un lugar aburrido en el que la motivación de los jóvenes para
acudir a él es muy escasa.
Entre las actividades educativas
que suelen realizarse para dar a conocer el patrimonio con el que cuenta la
sociedad están: las visitas guiadas, los talleres y los itinerarios culturales.
Mediante estas tres líneas de
actuación lo que se intenta conseguir es llegar de una forma más dinámica a los
sentimientos de la sociedad para que de alguna manera todos podamos
interesarnos por el gran abanico de posibilidades que nos brinda un patrimonio
cultural al que todos deberíamos conocer y de alguna manera atender.
Me gustaría destacar la
importancia que para mí tienen los talleres en este tipo de actividades
educativas, ya que mediante la creatividad se puede llegar a acercar a los
participantes al elemento patrimonial. Esta línea se divide en tres secciones
organizativas muy importantes:
1 1. Definición
de la propuesta (en función de les características de los y las destinatarias).
2 2. Organización
de los espacios y tiempos de realización del taller.
3. Recursos
humanos y materiales necesarios.
4 4. Precio.
De estos cuatro puntos al que
habría que prestar mayor atención y de esta manera marcaría la diferencia entre
un “buen” taller o no, sería el segundo punto: “organización de los espacios y
tiempos de realización del taller”, pues teniendo este punto exactamente
planificado difícilmente un taller no puede dar su fruto.
Aquí, os dejo el ejemplo de uno
de tantos talleres que se realizaron en verano del pasado año 2013 en el museo
de la naturaleza y el hombre de Canarias, en los que la finalidad es totalmente
lúdica y educativa, se trata de que a través del juego y la recreación los
niños aprendan no solamente arqueología, sino también ciencias naturales y
sobre el patrimonio que se brinda en el espacio del museo de la naturaleza y el
hombre.
Hasta pronto!!! (:
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